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El aerogel de grafeno, un material más ligero que
helio
capaz de 'posarse' sobre una flor de cerezo sin dañarla.
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El aerogel de grafeno es una espuma basada en nanotubos de carbono congelados en seco y láminas de óxido de grafeno, a la cual previamente se le quita el oxígeno mediante un proceso químico.
Ha sido
inventado por un equipo de científicos de la Universidad de Zhejiang, situada en Hangzhou (China).
Se trata de un material elaborado a partir del aerogel (compuesto en más de un 90% por aire), pero aún más ligero, con una densidad de tan solo 0,16 mg/cm³ (dejando atrás así los 0,2 mg/cm³ del aerografito), apenas el doble de la densidad del hidrógeno.
En 2010, se otorgó el Premio Nobel de Física a dos científicos rusos, Andre Geim y Konstantin Novoselov, que
fueron los primeros en obtener grafeno a partir del grafito en 2004.
Las propiedades de este fantástico material probablemente se sumen a las que ya posee el grafeno. Entre ellas destacan:
- Alta conductividad térmica y eléctrica. Supera con creces las propiedades de materiales que habitualmente se emplean, como el cobre, y necesita menor cantidad de electricidad para transportar energía en relación a otros materiales, como el silicio, de manera que el grafeno es capaz de generar energía eléctrica a partir de la energía del sol.
- Alta dureza y resistencia. Se trata de un material 200 veces más duro que el acero, cuya dureza es similar a la del diamante. Por tanto, es resistente al desgaste y capaz de soportar elevadas cargas.
- Gran flexibilidad. Presenta una gran elasticidad que lo hace un material moldeable, permitiendo así gran variedad de aplicaciones.
- Puede reaccionar con otras sustancias. Esta propiedad permite poder crear materiales nuevos a partir de la estructura inicial del mismo, con la posibilidad de incrementar sus aplicaciones.
- Una gran ligereza.
- Transparencia.
- Menor efecto Joule.
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